No es mi mejor amiga; ¿es mi amiga siquiera? Es mi hermana. Nos queremos, nos peleamos, discutimos, la pasamos bien, nos divertimos. Venimos de la misma fuente, pero no podemos ser más distintas.
Compartimos puntos de vistas y, a veces, opinamos completamente diferente. No estoy de acuerdo en cómo ella procede en mil y una situaciones; ella debe opinar lo mismo.
Sin embargo, hay un sólo punto en el que nos encontramos, una sola cosa por la que SIEMPRE va a ser la mejor hermana del universo. Ella me dio el mejor regalo que una persona puede recibir: mi sobrina.
¡Gracias y qué los cumplas muy feliz!
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